Entendiendo el despido procedente y el cobro del paro
Cuando un trabajador es despedido, es común que surjan dudas sobre la posibilidad de recibir una compensación económica por parte del empleador o de acceder al seguro de desempleo conocido como “el par,o”. En este artículo, explicaremos en qué consiste el concepto de despido procedente y cómo afecta a la posibilidad de cobrar el paro.
¿Qué es un despido procedente?
Un despido se considera procedente cuando la empresa tiene una causa justificada para rescindir el contrato laboral. Esta causa puede estar relacionada con motivos disciplinarios (por ejemplo, faltas repetidas o incumplimientos graves del trabajador), económicos (como la necesidad de reducir costes) o técnicos (cuando se producen cambios en la producción o en los procesos).
En cualquier caso, si la empresa puede demostrar ante un juez que existen motivos objetivos para el despido y ha seguido los trámites legales correspondientes, se considerará que éste es procedente. En este caso, no habrá lugar a indemnización por parte del empleador.
¿Puedo cobrar el paro si me han despedido procedentemente?
Sí, aunque muchas personas creen lo contrario. El hecho de que te hayan despedido con causa no implica automáticamente la pérdida del derecho a recibir prestaciones por desempleo. De hecho, siempre y cuando cumplas los requisitos establecidos por ley, podrás solicitar y recibir las ayudas previstas para estos casos.
Es cierto que, en algunos casos, el trabajador puede haber cometido una falta grave que le impide acc,eder al paro. Por ejemplo, si ha sido despedido por cometer un delito o por abandonar su puesto de trabajo sin causa justificada. Pero estas situaciones son excepcionales y no se aplican a la mayoría de los casos de despido procedente.
¿Qué requisitos hay que cumplir para cobrar el paro después de un despido?
Para poder recibir el paro tras un despido, es necesario cumplir con una serie de requisitos. Los más importantes son los siguientes:
- Haber cotizado al menos 360 días durante los últimos seis años antes del despido (en algunos casos, este período puede ser inferior).
- Estar inscrito como demandante de empleo en la oficina correspondiente.
- No haber rechazado ningún empleo adecuado ni haberse negado a participar en acciones formativas o programas de reinserción laboral.
Además, es importante tener en cuenta que la duración y cuantía del paro dependerá del tiempo cotizado y otros factores. Por ejemplo, si se han superado los 180 días cotizados, se podrá acceder a la ayuda conocida como “subsidio por desempleo”, aunque ésta será menor que el importe máximo que corresponde a quienes han cotizado más tiempo.
Consejos útiles para solicitar el paro después del despido
A continuación, te ofrecemos algunos consejos prác,ticos para solicitar el paro después de un despido:
- Reúne toda la documentación necesaria (contrato de trabajo, certificación de la empresa del despido, DNI, etc.).
- Solicita cita previa en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) para evitar esperas innecesarias.
- Pide información sobre los cursos y programas de formación que puedan ayudarte a mejorar tus opciones laborales.
- No olvides renovar la demanda de empleo cada tres meses para seguir recibiendo el paro.
En resumen, un despido procedente no implica automáticamente la pérdida del derecho a cobrar el paro. Si se cumplen los requisitos establecidos por ley, podrás solicitar y recibir las ayudas correspondientes. Recuerda que es importante estar informado y conocer tus derechos como trabajador para poder defenderlos adecuadamente.